La causa final del Estado es el bien común. Por mi parte, adhiero a la idea que concibe a éste como el conojunto de condiciones de la vida social que hace posible a asociaciones e individuos el logro más pleno y más fácil de su propia perfeción. Si esto es así, en un Estado de Derecho Democrático y Republicano la sumisión de éste a la juridcidad es una condición indispensable para la gestión justa de aquel bien.